permanecí silente y descalza sobre el inmune huerto
Esta vez indagaba:
¿Argumenta el Homo con ciencia de aire e hincha su vientre de solano, replicando con vocablo sin utilidad y términos sin provecho?
¿Hasta cuándo existirá el escollo en las dicciones?
¿Hasta cuándo se hallará tropiezo entre las ánimas?
un abismo llama otro abismo
y la naranja podrida gira incansable, atestada de hollín, sitiada de espíritus vacíos, lamedores del codiciado néctar.
Muchedumbres enfilan al despeñadero
-ya nadie gobierna su propio cuerpo-
La mayoría duerme, el resto cabecea
Y nuevamente pensé
¿Discernirá el estiercol el lugar que le atañe?
Es probable.
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