-la tierra desaparece-
Y el hombre.
Revela el vacío recurrente que lo adosa y lo seduce hacia abismo.
Si la reprobación y el indulto son lo mismo,
sino hay diferencia entre la elevación y la bajeza,
la existencia humana pierde sus dimensiones,
volviéndose intolerablemente insustancial.
El hombre, en colosal inercia
Oscila en atracción hueca
Con movimientos tan ligeros como insulsos
Sin poder precisar cuando remonta o declina.
-solo suspensa entre la gloria y el limbo-
por esta razón, es probable que las heces
disciernan mejor el lugar que le atañe.
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